top of page
Sala de estar moderna

Tratamiento para la ansiedad

La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural. En salud y mente te enseñamos a conocerlo y a gestionarlo

En nuestras vidas, enfrentamos desafíos constantes en el trabajo, en la escuela o en la familia,  y a menudo nos encontramos lidiando con una avalancha de situaciones que exigen más de lo que podemos. A medida que esta presión se acumula, empezamos a sentir una una carga cada vez más pesada, y llega el momento en que no podemos más.

 Cuando esto pasa, la respuesta natural de nuestro cerebro es entrar en un modo de funcionamiento que nos induce la aparición de varios síntomas​:

  • Cuando nos enfrentamos a la ansiedad, comenzamos a preocuparnos de que algo malo pueda ocurrir: Los pensamientos catastróficos comienzan a nublar la mente, y nos encontramos anticipando posibles problemas futuros, incluso cuando la probabilidad de que ocurran es mínima. Nos vemos atrapados en una espiral de pensamientos de lo peor que podría suceder.

  • Podemos presentar alteraciones en el sueño: Las preocupaciones y pensamientos persistentes pueden afectar nuestra capacidad para conciliar el sueño o mantener un sueño reparador. Las noches en vela y el cansancio diurno se vuelven una rutina.

  • También es posible que cambiemos nuestros hábitos alimenticios:  Podemos experimentar una pérdida de apetito o, por el contrario, recurrir a la comida como una forma de aliviar temporalmente la angustia emocional.

  • Nuestros cuerpos reaccionan con sensaciones físicas intensas: Nuestros cuerpos reaccionan a la ansiedad con síntomas físicos como palpitaciones, sudoración excesiva y temblores. Estos síntomas pueden aumentar aún más nuestra preocupación, creando un ciclo difícil de romper.

  • Puede ser más difícil tomar decisiones: La ansiedad puede nublar nuestra capacidad para tomar decisiones, incluso en asuntos cotidianos. Podemos sentirnos paralizados por el miedo a tomar la elección equivocada.

  • Nos volvemos hipersensibles emocionalmente: Nos encontramos emocionalmente sensibles a estímulos que normalmente no nos afectarían. Las pequeñas tensiones pueden desencadenar respuestas emocionales intensas.

  • Nos encontramos rumiando constantemente: Nos vemos atrapados en pensamientos recurrentes que vuelven una y otra vez, impidiéndonos concentrarnos en el momento presente.

  • Experimentamos irritabilidad y frustración: Experimentamos un aumento en los niveles de irritabilidad y frustración en situaciones que antes no nos afectaban tanto.

inf. 1

¿Qué le pasa a mi cerebro cuando estoy ansioso?

Cuando alguien se siente ansioso, su cerebro experimenta cambios en algunas áreas clave:

  1. Amígdala: La amígdala es una parte del cerebro que actúa como una especie de "alarma de seguridad". Cuando percibe una posible amenaza, envía señales de alerta. En una persona ansiosa, la amígdala puede estar hiperactiva, lo que significa que está enviando constantemente señales de peligro.

  2. Corteza Prefrontal: La corteza prefrontal es la parte del cerebro que se encarga del pensamiento racional y la toma de decisiones. En una persona ansiosa, esta área puede tener dificultades para controlar las señales de alarma de la amígdala. Esto puede llevar a una lucha interna entre el deseo de calmarse y la ansiedad persistente. 

Imagina que alguien está en una situación social, como una fiesta, y comienza a sentir ansiedad social. Su amígdala podría detectar la situación como una amenaza potencial y enviar señales de alerta, como el aumento del ritmo cardíaco o la sensación de nerviosismo.

En respuesta, la persona podría empezar a evitar el contacto visual, hablar menos o incluso retirarse de la fiesta. Esto es observable en su comportamiento, ya que está reaccionando a la señal de alarma de su amígdala.

Image by Christopher Ott
RECONSTRUYENDO RELACION

¿Cómo tratar la ansiedad?

el proceso psicológico que llevamos a cabo en Salud y Mente, consiste en los siguientes pasos ​

  • Evaluación Inicial: El primer paso será  una evaluación exhaustiva por parte de uno de nuestros profesionales de psicología. Durante esta fase, se discuten tus síntomas, historia personal y médica para comprender el alcance de tu ansiedad y su impacto en tu vida.

  • Establecimiento de Objetivos: Junto con el terapeuta, se establecerán los  objetivos claros para el tratamiento. Estos objetivos se adaptarán a tus necesidades y pueden incluir la reducción de síntomas específicos, el desarrollo de habilidades de afrontamiento y la mejora general de tu bienestar emocional.

  • Terapia Basada en la Evidencia: nuestros psicólogos   emplean enfoques terapéuticos respaldados por la evidencia, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). La TCC se enfoca en identificar patrones de pensamiento negativos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y saludables, así como en exponer gradualmente a las situaciones temidas para reducir la respuesta de ansiedad.

  • Estrategias de Manejo: Aprenderás técnicas de manejo de la ansiedad, como la relajación progresiva, la respiración profunda y la atención plena, para controlar las respuestas físicas y emocionales asociadas con la ansiedad.

  • Exposición Gradual: Si es apropiado, se puede realizar una exposición gradual a las situaciones temidas para ayudarte a enfrentar tus miedos de manera controlada y desarrollar mayor confianza en tu capacidad para manejar la ansiedad.

  •  Reestructuración Cognitiva: Trabajarás en cambiar los patrones de pensamiento negativos y catastrofistas que alimentan la ansiedad. Aprenderás a cuestionar y modificar estas distorsiones cognitivas.

  • Desarrollo de Habilidades de Afrontamiento: Se te brindarán habilidades prácticas para afrontar el estrés y las situaciones desafiantes en tu vida cotidiana. Esto incluye la resolución de problemas y la toma de decisiones efectivas.

  • Seguimiento y Ajuste: A medida que avanzas en el tratamiento, el terapeuta realizará un seguimiento de tu progreso y ajustará las estrategias según sea necesario para abordar tus necesidades cambiantes.

bottom of page