La Prueba de Inteligencia para Niños de Wechsler (WISC, por sus siglas en inglés) es una evaluación psicométrica diseñada para medir la inteligencia en niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. Utiliza una variedad de tareas y preguntas para evaluar diferentes áreas de funcionamiento cognitivo, como la comprensión verbal, el razonamiento perceptual, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento. Los resultados de la WISC se utilizan para obtener una puntuación de coeficiente intelectual (CI) que proporciona información sobre las habilidades cognitivas del individuo, lo que puede ser valioso en la identificación de fortalezas y debilidades, así como en la planificación de intervenciones educativas y terapéuticas.
esta prueba se utiliza normalmente en los protocolos de evaluación neuropsicológica infantil.
¿Cuándo se aplica la prueba de inteligencia?
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Evaluación del rendimiento académico: La WISC se utiliza para evaluar las habilidades cognitivas de los estudiantes, lo que puede proporcionar información valiosa para comprender por qué un niño podría estar teniendo dificultades en la escuela. Los resultados pueden ayudar a identificar áreas de fortaleza y debilidad, lo que puede guiar la planificación de intervenciones educativas específicas.
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Identificación de necesidades especiales: La prueba WISC puede ser una herramienta clave en la identificación de estudiantes que requieren educación especial o apoyo adicional. Los resultados pueden respaldar la evaluación de discapacidades del aprendizaje, TDAH u otras necesidades que requieran adaptaciones o programas educativos específicos.
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Orientación en la toma de decisiones: Los resultados de la WISC pueden ayudar a los educadores y los padres a tomar decisiones informadas sobre la colocación académica y las estrategias pedagógicas más adecuadas para un estudiante, asegurando que se les brinde la educación más adecuada a sus necesidades individuales.
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Evaluación del progreso: La WISC también se utiliza para evaluar el progreso en la intervención educativa y terapéutica. Realizar pruebas periódicas con la WISC permite medir los cambios en las habilidades cognitivas de un estudiante a lo largo del tiempo y ajustar el enfoque educativo en consecuencia.
Pasos del proceso de evaluación
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El proceso de valoración inicia con una entrevista inicial en que el profesional en psicología conoce los antecedentes de la persona que va a ser evaluada. Se explora la historia de desarrollo personal, las diferentes enfermedades que ha padecido y la historia académica.
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Evaluación de habilidades verbales y no verbales: La prueba WISC se divide en subpruebas que evalúan diversas habilidades cognitivas, como comprensión verbal, razonamiento perceptual y memoria de trabajo. El evaluador administra estas subpruebas en un orden específico, siguiendo las instrucciones estandarizadas.
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Ecucha y observación: El evaluador presta atención a la forma en que el niño aborda las tareas, cómo responde a las preguntas y cualquier comportamiento o reacción que pueda influir en los resultados.
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Puntuación: Después de completar todas las subpruebas, el evaluador puntúa las respuestas del niño en cada una de ellas de acuerdo con las pautas establecidas en el manual de la WISC. Esto permite obtener una puntuación bruta en cada subprueba.
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Conversión a puntuaciones estándar: A continuación, se convierten las puntuaciones brutas en puntuaciones estándar, que se comparan con la población normativa para determinar el rendimiento del niño en relación con otros de su edad.
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Análisis e interpretación: El evaluador analiza los resultados y considera factores como las fortalezas y debilidades cognitivas del niño. Esta interpretación ayuda a comprender mejor las necesidades del niño y a tomar decisiones sobre la educación y el apoyo adecuados.
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Retroalimentación: El profesional se reúne con los padres o tutores y el niño para proporcionar retroalimentación sobre los resultados de la prueba y discutir las implicaciones educativas y emocionales. Este paso es fundamental para ayudar a los padres y al niño a comprender sus habilidades y necesidades.
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Informe: El evaluador suele generar un informe escrito que resume los resultados de la prueba, las conclusiones y las recomendaciones para la educación y el apoyo del niño.